La Ciberantropología

La relación entre la tecnología y la humanidad, además del bien, está generando nuevos autistas cibernéticos y nuevas ciencias dedicadas a este estudio

Piero Yupanky A.*
INFORMÁTICA

Ciberantropología es una nueva rama de la antropología que se encarga de estudiar sistemas cibernéticos y la relación entre humanos y las nuevas tecnologías. Centra su atención en la fusión del hombre-máquina, según lo dice Alfonso Vázquez en su libro “Ciberantropología, cultura 2.o”.

Si han oído hablar de “Cyborgs”, es más o menos de lo que trata. Y no es para menos, ya el ser humano usa tecnología que se le instala en su cuerpo como elementos de identificación y suplementos para la salud como los RFID (Identificación por Radiofrecuencia), nanotecnología que sirven para aliviar enfermedades del corazón, cerebro u otros órganos vitales del ser humano.

Sin embargo, la tecnología asociada a esta mejoría está incorporando nuevas variantes sociales definidas como “autismo cibernético”. Por ejemplo, los dispositivos de uso masivo como la computadora, teléfono celular, videojuego etcétera, está generando un fenómeno global que afecta a la sociedad en su conjunto y principalmente a la juventud.

Un autista cibernético es la persona que por el mal uso de los dispositivos se aleja del mundo real para sumergirse en un mundo virtual, creando un efecto dominó en su entorno de familia y la relación social.

Monitoreo en Nicaragua

Para constatar este efecto realizamos un monitoreo en 100 personas con edades entre 15 y 30 años para verificar el tiempo que usan estos dispositivos.

Los que tienen computadora e Internet, al menos el 87.5% la comparten o la usan, y el celular lo utilizan 24 horas al día. Incluso, hay quienes duermen con el teléfono bajo la almohada.

Algo interesante que se observa es que en Nicaragua un joven en promedio puede enviar 125 mensajes de texto por día (3,750 al mes).

Si en promedio enviar un mensaje toma al menos 30 segundos, eso serían 1.04 hora por día, sin contar el tiempo por llamadas que se pueden extender por más de una hora.

Sobre los juegos virtuales entre menores de 15 años, en su mayoría hombres, más de la mitad de ellos juega dos o más horas diarias.

Hay que destacar que la encuesta se realizó en el área urbana donde el acceso a la tecnología es más fácil.

A la pregunta “¿comparte tiempo con su familia?”, una de las respuestas fue: “No mucho tiempo, pero a veces el tiempo que comparto con ellos son los domingos”.

Concluimos: el autismo tecnológico está destruyendo poco a poco a la familia, como base de la sociedad. En un futuro, como ahora ya se observa, la tecnología nos acerca a los más lejanos, pero nos aleja de los más cercanos. Pero, ¿qué se puede hacer?

*pyupanky@hotmail.com